sábado, 29 de noviembre de 2014

3.14. EL PLEBEYO



...JUEVES

Romeo (@NIMITZCVN76) llega a Grand Central Terminal, atendiendo a las instrucciones de Amazon. En un recoveco, a un costado de las escaleras consigue un trozo de papel doblado. Al sacarlo del agujero y desdoblarlo, resulta ser un sobre de UPS. Al abrirlo, en su interior hay una llave y una nota con nuevas instrucciones.


Romeo sale a la avenida East 42nd, cruza y busca un servicio de casilleros en Pershing Square, busca el casillero que indica el número troquelado en la llave, el 508. Abre y en el fondo consigue una maleta y un sobre. El sobre contiene cinco mil dólares ($5000) en efectivo. Romeo toma las cosas del casillero y sale  de nuevo a la East 42nd, cruza y toma un Taxi.


Romeo le explica al taxista, en un inglés medianamente aceptable, que debe ir a Central Park West, que es donde se encuentra @Blackman:

-Tranquilo amigo, hablo español. Dígame sin pena donde desea ir exactamente.

-¡Que alivio! Es el edificio Park Three 876 de West 71- indica Romeo bajo las instrucciones de Amazon en el auricular.

-Usted no suena de Centroamérica, suena… ¿Es Venezolano?

-Ah, sí. Estoy de viaje de trabajo.

-¿Viajo de Venezuela para Nueva York con lo caro y complicado que está conseguir un pasaje? ¡¿NO SERAS UN BOLIBURGUÉS?!... si es así se me baja del taxi ¡AHORA MISMO!

-¡NO NO! AMIGO, somos compatriotas, pero no cooperantes. Trabajo para una firma petrolera, soy un mortal asalariado y bachaquero como cualquier otro.

-¡JUM!... “EL QUE SE CANSA…”

-“PIERDE”… “Y ESTÁ PROHIBIDO LEVANTARSE SIN ILUSIONES….”

-Y VESTIRSE SIN ESPERANZAS” ¡JAH!.... “Y EL TIEMPO DE DIOS…”

-OK déjame acá que voy a tomar otro taxi.

-¡NO NO NO! definitivamente eres ¡Escua..!

-¡Venezolano Libertario y Demócrata por favor! Por cierto este taxi es ¿Mercedes?

-Siii, es uno de los cien taxis Mercedes Clase M que hay en Nueva York.

@Blackman es sacado inconsciente del apartamento de Céfora, maniatado, amordazado y cargado por dos de los matones de Johndeer, por el pasillo de mantenimiento, hasta la calle de servicio que está detrás del edificio Park Three. Allí espera el tercer matón, el más viejo, en un auto Ford verde oscuro.

Los matones meten a Hernán (@Blackman) dentro de la maleta y salen rápidamente con rumbo desconocido.

Amazon advierte a Romeo que la señal de @Blacman se desplaza a 10Km/h del edificio donde estaba con rumbo oeste. Obviamente está en un auto.

El taxista tiene sintonizada una emisora de música latinoamericana. En ese momento está al aire un programa de baladas viejas, boleros y rancheras.

-¿Cómo te llamas?- pregunta Romeo al taxista.

-Fausto. Fausto Giusti, de San Cristobal.

-¡Fausto! Necesito que vayas hacia Broadway pero en dirección norte (es la ubicación de Hernán según Amazon).

-¿Cómo así?

-Es que los amigos con los que me voy a encontrar cambiaron de lugar de reunión y me están diciendo donde van.

Fausto, el taxista toma la vía hacia la avenida Broadway. Romeo está angustiado.

Luego de varios cruces de calles y avenidas, el Ford Taurus verde, de los matones de Johndeer toma la autopista Henry Hudson Parkway. Romeo indica a Fausto que llegue hasta esa autopista. Una vez en la autopista los dos autos están a medio kilómetro de distancia uno del otro.

Romeo rápida y discretamente abre el pequeño maletín. Es una subametralladora HK-MP7, con cuatro cacerinas llenas de balas blindadas del tipo EXACTO.

-Amazon estoy arreglando “El Regalo” por favor enciéndelo- Amazon activa las balas. Las cacerinas se iluminan en color verde.

El Taurus toma la Interestatal 95 hacia el Bronx West 178. Casi medio minuto después el taxi Mercedes amarillo toma el mismo camino. Fausto, sobreviviente de la delincuencia en Venezuela comienza a sentirse invadido del síndrome de la inseguridad, que creía haber dejado atrás en Caracas.

-¡CHAMO! Esto es el Bronx. No me irás a echar una vai$#%&

-¿El Bronx? Sonó feo eso…

-Maric#8” esto es el Petare de Nueva York… si no conoces aquí es mejor no meterse.

-¡Verg$#% vale! ¿Cuánto te estoy debiendo?

-Noventa dólares.

-¡Toma doscientos!- Romeo le ofrece los billetes al taxista –sigamos adelante y te doy más…

-¡Menos mal que no eres Boliburgués!

El Taurus sale de la inrestatal por Webster Avenue y reduce la velocidad perdiéndose en la urbanización y las calles desoladas hasta llegar a Southern Boulevard. El taxi Mercedes logra ganar ventaja.

En un sector desolado y depauperado del Bronx, el Taurus de detiene al final de la calle y los dos matones se bajan del auto y abren la maleta.

El Taxi Mercedes se detiene antes de cruzar la esquina que cruzó el Taurus para luego detenerse.

-Fausto, déjame acá, pero espérame diez minutos. Si a los diez minutos no llego, te vas-, Romeo saca otros doscientos dólares.

-Si así llueve ¡Que no escampe! Cuidado chamo, que esto aquí es candela y cargas como mucho real.

Romeo se baja del taxi con la ametralladora HK-MP7 escondida en el sobretodo y corre a toda velocidad para cruzar la esquina.

-Romeo, tienes tres blancos armados con pistolas 9mm.

-¡Rápido Amazon carga los blancos!- Romeo cruza la esquina y saca el arma.

-A este le vamos a meter un poco de tiros aquí mismo para que crean que lo mataron los de por aquí- dice uno de los matones al otro, con acento centroamericano, mientras este se alista para sacar a Hernán de la maleta.

-¡Hey! ¿Y ese que viene allí corriendo?- advierte el matón hablador, que se pone la mano en la pistolera.

-¡Un loco de por aquí!

Romeo dispara una ráfaga de doce disparos sin detenerse. El silenciador es lo suficientemente eficiente como para que Fausto, el taxista no oiga el tiroteo.


Romeo aparece por la esquina en dirección al taxi, casi cargando a su amigo Hernán por el hombro.

-¿Tu amigo está enfermo?

-No, un poco ebrio pero tranquilo, no es de los que se vomitan.

El Taxi Mercedes retorna a Manhattan.

Hernán está abatido y desmoralizado, Romeo desarma y guarda la ametralladora en el maletín y luego comienza a revisar a Hernán para asegurarse que este no tenga heridas graves. Sólo la quemada producida por la electrocución para someterlo.

Hernán luce perdido en sus pensamientos. Una vieja canción empieza a musicalizar su desengaño:

La noche cubre ya con su negro crespón
de la ciudad las calles que cruza la gente con pausada acción.
La luz artificial con débil proyección
propicia la penumbra que esconde en su sombra venganza y traición.
Después de laborar, vuelve a su humilde hogar
Luis Enrique, el plebeyo, el hijo del pueblo, el hombre que supo amar.
Y que sufriendo va esta infamante ley
de amar a una aristócrata siendo plebeyo él.

Trémulo de emoción, dice así en su canción:

El amor, siendo humano tiene algo de divino,
amar no es un delito porque hasta Dios amó
Y si el cariño es puro y el deseo es sincero
¿Por qué robarme quieren la fe del corazón?
Mi sangre aunque plebeya, también tiñe de rojo
el alma en que se anida mi incomparable amor.
ella de noble cuna y yo humilde plebeyo,
no es distinta la sangre ni es otro el corazón.
¡Señor por qué los seres no son de igual valor!...

En medio del conmovedor lamento del cantante, Hernán comienza a llorar a moco tendido como si se tratara de un niño abandonado.

El taxista queda atónito mientras Romeo permanece silente, circunspecto e inexpresivo ante el patético acto.

-Tu amigo no es de los que se vomita, pero llora ¡Tiene una pea llorona!

-Es complicado. Tú sabes, problemas con la mujer- se explica Romeo.

VIERNES

Es la una de la madrugada, el taxi deja a Romeo y a Hernán a las puertas de una pequeña casa de la Segunda Avenida. Un hombre sale  y le pide a Hernán entrar. Romeo permanece afuera. Un auto negro le hace luces a Romeo. Dentro de él se logra ver a @LibertyStatue. Romeo entra al auto.



-Buenas noches @LibertyStatue.

-Buenos Dias Romeo. Es la una. Guarda esa maleta atrás. Toma esta nota. Es otro buzón por si se presenta otra emergencia. Este está más cerca del hotel donde se hospedan ¿Qué tan comprometida está la identidad de @Blackman?

-Tanto como para que no esté en operación por unos días.

El Doctor Luis Marquina ha auscultado a Hernán y curado sus heridas.

Son las tres de la madrugada. Romeo y Hernán están en el Box House Hotel. Antes de dormir Romeo hace un intento de aleccionar a su amigo herido física y sentimentalmente:

-La tarde cuando Romina se fue de Venezuela, nadie veía mi llanto porque llovía en Caracas. Luego, cuando la vi abrazada a otro en Facebook comprendí, que nadie se merece que sufras. Que el mundo está repleto de mujeres y cada una es una oportunidad nueva de volver a empezar…


Mientras Romeo y Hernán reflexionaban sobre la situación sentimental de cada uno, hay revuelo en el Bronx. Tres hombres fueron encontrados muertos en una calle abandonada alrededor de un auto verde.


Steve Larson, comandante de la policía de Nueva York (NYPD) está furioso. Se acerca a tres hombres que acaban de llegar a su escena del crimen:

-¡Paco de Riveiro y Timothy Williamson! ¿Qué hacen la DEA y el FBI en mi escena? ¿Y usted quién es?- señala Larson a un tercer hombre, de aspecto sombrío, que anda con ellos.

-Yo no estoy, ni existo.

-¡OH! Maravilloso, hasta CIA está aquí ¿Quién falta por venir? ¿La NSA o la ATF?


-Larson ¡Mira estas balas!- Williamson, el agente del FBI, levanta una bolsa de evidencias con tres balas de 9mm.

Larson observa con atención y nota que las balas tienen sendos bombillos led verde y rojo aparte del agujero cónico en la parte trasera de las mismas.

-¡Qué balas más raras!

-Son Balas EXACTAS. DARPA no ha logrado hacerlas más pequeñas que el calibre 50, pero quien mató a esos tres infelices, lo logró. Mira, el tirador disparó desde aquella esquina y la bala le entró por la cien a conductor sorteando la puerta de la cajuela y entrando por la ventana derecha. La gente de balística enloquecerá.


-Estos tres son miembros de “LA MARA” Salvadoreña. Le prestaban servicio de protección al lavador de dólares de los “Narcosoles”, Johndeer Sandoval.


El otro hombre, el misterioso, observa la escena y a los otros tres hombres –Adelante Paco, tú sabes sumar y restar ¡Tu Puedes!

-Los matones de un narco, muertos con un arma no debería ni existir… ¿“La Hermandad”?

-¡BINGO!- grita el hombre misterioso. Ante la afirmación de Paco, Larson y Williamson se sobresaltan.


-¿Tenemos hombres de un grupo radical fascista venezolano matando gente en Nueva York? ¡Hay que poner la ciudad en alerta naranja!

-¡Williamson ve mucho el canal 8 de ese país! “La Hermandad” no es hostil a los Estados Unidos.

Williamson encara la hombre misterioso -¡BIN LADEN! No era hostil a los Estados Unidos.

-Yo seré hostil contigo si no bajas el tono.

-¡Calma señores calma! Todo apunta que este es un hecho aislado, salvo por los “artificios”.

-Haré un par de llamadas y te diré que pasó acá- ofrece el hombre misterioso a Paco.

-¿A él si le dices y a mí no?- reclama Williamson.

-Paco me cae bien, tú no.

Ese viernes estaba especialmente nublado. Hacían 2°C con una niebla tan espesa pero tan delicada que la podías romper con las manos y comenzaría a caer la nieve. No dormí. Acomodé mi equipaje y me adelanté a Hernán. Era nuestro último día en Nueva York.

El timbre en el apartamento de Aída suena y la mujer somnolienta se asoma a ver quién interrumpe su sueño a las 6 de la mañana.

Aída se sorprende y abre la puerta rápidamente. Es Romeo. Sin mediar palabras entra con su equipaje en el apartamento de Aída y luego de cerrar la puerta tras de sí y colocar la maleta a un lado, sujeta a la joven por las piernas y se zambulleron juntos en el sofá.


La escena era caótica pero silenciosa. Hambrientos de deseo, entre besos, abrazos y estirones uno desvestía al otro hasta que no había barrera que impidiera que los dos cuerpos se unieran.


Luego de los ONCE MINUTOS, que dura hacer el amor, según el afamado escritor brasilero; vinieron las lágrimas; la incertidumbre de si habrá un nuevo encuentro; la despedida.

Romeo empacó los regalos para Jaqueline y fue sorprendido con un recuerdo de Aída:



-Cuando me dejaste con el Toro de Wall Street, sin darme hasta el momento una explicación, me puse a recorrer las tiendas de ropa de caballeros que abundan por ese sector. Te compré un conjunto de ropa deportiva y una camisa.

-¿Y tu esposa vio esos regalos?- pregunta el Doctor Barreto.

-Sí, de hecho tuve que dar muchas explicaciones y comprar cosas para Julieida de emergencia.


Pasamos recogiendo a Hernán. Ví un movimiento muy inusual de policías y militares en la ciudad. Llegué a pensar que tenía que ver con el rollo de Ferguson, pero eso es en Misouri en el centro de los Estado Unidos. No entendí por qué Nueva York estaba en alerta.


Romeo y Hernán no entendían hasta que los pasajeros del vuelo de regreso a Caracas, fueron interrogados en el Aeropuerto. Afortunadamente las coartadas eran buenas y ninguno se alteró poniéndose en evidencia. Buscaban miembros de “La Hermandad”.

El adiós entre Aída y Yo se selló con un beso largo enjugado en lágrimas.

 -En conclusión Romeo eres un sinvergüenza. No entiendo ¿En qué momento dejaste de ser el niño que conocí?

Romeo comenzó a rememorar los consejos de su amigo Piero en el estreno del Episodio II: “¡VAMOS ROMEO! ¡SE VIVE UNA SOLA VEZ!”.


-Doctor creo que me pase de la hora.

-Si, te echaste tres horas echándome tu cuento.

-En ese caso tendré que pagar tres…

-No, No, No… pagarás una consulta como siempre. Porque lo tuyo forma parte de algo más grande. Después de hoy, en cualquier momento vendrás por esto- El Doctor Antonio Barreto saca de un estante un folleto titulado: 

“RECONCILIACIÓN DESPUÉS DE LOS CACHOS”
Taller y Terapia Intensiva.


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Dedicado a una amiga especial que me ayudó a ir a Nueva York sin necesidad de las carpetas del SICAD II

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sábado, 22 de noviembre de 2014

3.13. VINO TINTO MEXICANO


MIERCOLES

Romeo (@NIMITZCVN76) y Hernán (@Blackman) están desayunando en el restaurante del hotel.


Hernán luce tranquilo y animado comiendo sus tostadas con huevo, jamón, tocineta y varios tipos de queso, mientras que Romeo, se le queda viendo con cierta molestia y expectativa. Romeo se ha servido poco y mantiene el tenedor clavado en una de las tostadas y le da vueltas.

-¿Qué pasa Romeo? ¡Está comida está muy buena!- le dice Hernán hablando con la boca medio llena.

-¿Cuándo piensas decírmelo?

-¿Qué…- Hernán interrumpe su respuesta y mira fijamente a los ojos a Romeo. No hace falta decir una palabra, ya Hernán se ve descubierto.-Romeo, ustedes la tienen agarrada con Céfora…

-¡Para! ¿Cuándo decidiste que debías comprometer tu identidad con ella?

-Cuando curaba su pecho esa noche luego de salvarla de ser descuartizada y ofrecida a Umpalumpa… ¡Romeo ella es de los nuestros, cree en lo mismo que tu y yo!

-Sinceramente Blackman, ella quiere seguir creyendo que esta maldición se acabara con su delirio "ludópata" electoral. “¡En esta elección si lo vamos a lograr…!”. Luchamos contra gente siempre juega sucio, incluso con sus mismas reglas. Ella se engaña a sí misma creyendo que la libertad se logrará sin una gota de sangre ¡Prefiere ignorar que luchamos contra asesinos Hernán! Ellos matarán a los que se les oponen por las malas y a los que van comiendo flores morirán después. Y tú y yo lo sabemos bien.

-Romeo ¿Por qué no aceptar que hay gente que quiere lo mismo que nosotros pero por otros medios? ¿En qué nos diferenciaríamos de Panelo y sus adoradores si atacáramos a los que no aceptan nuestra manera de actuar?

-Porque ella y su grupo ha vendido gente nuestra para garantizar su pacífica y cómoda existencia ¡Amigo! Lo que hagas con tu vida privada es p#$0 tuyo. Pero ¡Céfora es una Patriota Cooperante! Soy tu amigo de la infancia y creo que tengo derecho a decírtelo francamente pero a “punta de machete”, no la vas a cambiar.


Me levanté de la mesa y me fui a la salida del hotel para esperar a Aida que nos lleve al trabajo.

-Hablamos de tu infidelidad y ahora me cuentas de tu amigo ¿Hay un tema de proyección? O ¿algo?

-No Doctor Barreto, disculpe, de pronto me dispersé.

-Evita criticar la pareja de tu amigo. A la larga, él la elegirá a ella y se alejará de ti y del resto del grupo de amigos que los critican ¡Dale chance de darse cuenta por sí mismo de los defectos y que ellos juntos trabajen en remediarlos! Prosigue…

Esa mañana estábamos en la oficina en una teleconferencia con el resto de los líderes del proyecto. El jefe parecía bastante animado:

-Señores ¡Buenas Noticias! El cliente va a hacer los cambios necesarios para pagarnos con el petróleo produzca esta instalación.

-Disculpe jefe pero, el petróleo sigue bajando… ¿es esa la mala noticia?

-Bueno Hernán, señoras y señores ¡por eso debemos construir esto rápido!


-¡Eeee señor!- llama la atención el gerente del proyecto desde Venezuela.

-Dígame Darío.

-Hoy tuvimos otras seis renuncias en la compañía y una que va a impactar al proyecto.

-¡No puede ser! ¿Quiénes e fueron?

-Dos procesistas, dos electricistas, un mecánico de equipo y el diseñador de tuberías del proyecto. Señor el más neófito tiene ocho años de experiencia.

-El "tubero"..., el, se me olvida le nombre… ¿El que se la mantiene abrazado de la máquina de chucherías?

-Si, Julian Ernestino.

-¡OH noooo! ¿Para donde se fue?

-Todos se fueron con nuestro competidor en España.

-Bien, bien- dice Albino con tono resignado. –Déjalos quietos que Iglesias se suba al poder en España… Vendrán corriendo de regreso rogando que los contrate de nuevo ¿Y sabes que haré?

-Los volverá a contratar jefe. No va a dejar que Julian Ernestino se lo quite algún competidor de Venezuela.- responde Romeo en tono satírico.

-¡USTEDES! ¡No me vayan a echar una va!#a!

-No podemos irnos jefe. Somos miembros de “La Hermandad”.

-¡Callense! Déjense de esos juegos. Los miembros de “La Hermandad” son fascistas, golpistas, asesinos, hackers peligrosos. Además, si tuviera oportunidad de contratar uno… no podría pagarles ¡son demasiado buenos!

-¡Jefe páguenos más!- responde Romeo mientras Aida muere de risas.




Luego de Almorzar los tres; Hernan, Aída y Yo, fuimos al Rockefeller Center para ver el árbol de Navidad y la pista de hielo. Sé que de noche es mejor porque el espectáculo de luces es maravilloso, pero cada uno tiene sus propios planes para la noche. Hernán tiene que volver al encuentro de “YOKO-Céfora” en Central Park West, y Yo tengo una cena en casa de Aida… tu sabes, para ahorrar los dolaritos.

-O sea que luego de unos besos en ese parque, fuiste a su casa- afirma el Doctor Antonio Barreto con una mueca de saber lo que viene a continuación…

Fuimos a Meeker Avenue a una tienda de vinos y compramos dos botellas de vino mexicano, Castillo de Oro, Merlot, $11 cada una. Luego fuimos a Figaro’s Pizza y compramos una piza Buffala de Mozzarella y una Catro Estaciones con extra de Pepperoni.

Llegamos a casa de Aida en Park Slope, Brooklyn. Un apartamento pequeño pero hermoso. Predomina el crema y el marrón claro. Es muy relajante. El apartamento tiene un gran ventanal. La privacidad puede ser limitada pero la iluminación natural es hermosa.

El sol cae. Aida fue a ponerse “cómoda”. 


A pesar que afuera hacen -4°C y en algunas ciudades al norte comienza a nevar, el apartamento de Aida es cálido. La televisión está sintonizada en uno de los programas favoritos de Aida. Romeo está emocionado porque pronto podrá degustar ese Vino Mexicano que tenía años no probaba.

Aida llega a la sala vestida con una camiseta universitaria larga y ajustada color rosado, sus piernas al descubierto y descalza. Romeo admira su figura de pies a cabeza con un discreto vistazo, pero algo sale mal. Un gesto interesado de Romeo revela su secreto.

-¡Te descubrí!

-¿Qué cosa?

-Como me miras. Como miras a todas las mujeres. Yo sabía.

-¡Caramba! ¿Qué?

-¡Los pies! ¡Te gustan los pies! por eso cuando ves a una mujer la ves da abajo hacia arriba- Aida le luce a Romeo sus pies descalzos.


Trate de ocultarlo pero ya no me podía negar.

-Las mujeres tienen un sexto sentido para descubrir a los hombres con parafilias y parcialismos- dice el Dorctor Barreto.

Comimos las pizzas mientras veíamos la televisión.  Ella no paraba de hacer chistes con mi gusto por los pies. Bueno, eran unos pies hermosísimos, suaves y delicados. Cada uña estaba pintada con un motivo diferente pero en fondo blanco y negro. Era un trabajo imposible de pasar desapercibido.

Destapé el Vino y me serví un poco para saber si estaba bien. Vi el color inclinando la copa: rojo brillante tornando a violeta .  Capté el aroma metiendo mi nariz: Aroma intenso a frutas y algo del olor de la madera que se puede confundir con tabaco. Aceitoso, por las formas de las lágrimas al fluír por las paredes de la copa. Tomé el trago. Buen sabor a frutos rojos, suave, buen cuerpo y retrogusto amaderado. Todo eso en pocos segundos.

-¿No vas a estudiar el vino con detenimiento?

-No. Está bueno. Se captan bien los aromas y el sabor.

-Los hombres que “saben de vinos” te hacen toda una charla loca y rimbombante para impresionarte ¿tú no?

-¡Nooo! Eso es estúpido. El momento para hablar del vino y toda esa charla subjetiva, es cuando compartes la experiencia– Romeo sirve las copas y hace un brindis –Por nosotros y este delicioso momento.

-¡Y por mis pies que te tienen alocado! ¡jajajajajajaja!

Las dos pizzas se están terminando, teníamos mucha hambre. El vino Merlot mexicano nos fue abriendo otros apetitos, entre ellos el de seguir bebiendo y conversando; y con las miradas el deseo de comernos mutuamente. Cuando probábamos la primera copa de la segunda botella, pasó algo...

El pie derecho de Aida se fue deslizando sobre el pecho de Romeo. Este colocó la copa en la mesa, tomó su pie con la mano derecha y lo besó entre la planta y los dedos. Romeo lo fue rodeando a besos hasta subir por la pierna hasta la rodilla y así fue ascendiendo hasta terminar en sus labios, más no en su boca, pues Aída se reventaba entre risas y gemidos.


Aída detuvo el ascenso de Romeo y se pone de pie para apagar las luces...

- Aída, ¡a oscuras no! Quiero verlo todo. Sólo baja la persiana para que los vecinos no vean.

En efecto un grupo de Nerds que observaban la escena desde el apartamento del frente, vieron frustrado su intento de grabar la velada cuando la persiana bajó.


Romeo retomó el ascenso de los besos por la cintura hasta que ambas bocas se encontraron en un largo beso que duró el resto de la noche.



Pero Romeo no es el único que está teniendo un encuentro cercano del tipo sexual. Hernán llega al apartamento de Céfora. De nuevo la escena, el apartamento a oscuras y Céfora mirando perdida el parque mientras toca el violonchelo. Esta vez es Céfora quien se desnuda, colocando el instrumento a un lado y dejando caer su vestido rosado. Hernán se acerca por la espalda y Céfora apoya sus manos completamente del cristal blindado del ventanal.


JUEVES

La luz del sol, débil y tímida se cuela por la persiana hacia el interior del apartamento de Aída, iluminando los cuerpos desnudos y entrelazados de Romeo y Aída. 2°C son suficientes para endurecer aún más el lazo de brazos y piernas que une a ambos cuerpos.

Una campana rompe el silencio. Son las 6:00am, es momento de arreglarse para ir al trabajo. Hernán también se retira del apartamento de Céfora.


-¿Te das cuenta de lo que hiciste?- pregunta el Doctor Barreto.

-Si, no, tal vez…

-Romeo, ¿Te arrepientes de lo que hiciste?

-¡Para nada!... lo pasé súper, fue algo distinto en mi vida. Y por eso estoy aquí. Temo estarme convirtiendo en algo que no soy.

-¿Le contaste a tu esposa de esta aventura?

-¡NOOOO! ¿Ta loco? No tendríamos esta conversación. Ella me mataría me…

-¡Ya te convertiste en lo que temes! Desde el momento que decides mentir y omitir, ya eres.

Romeo suspira desmoralizado.

-Enamorarse, comprometerse, casarse, hacer el amor, "montar cacho". Todas estas cosas tienen algo en común.- Romeo mira al Doctor esperando que este complete su idea –Son decisiones. La gente se excusa en el azar y la pasión pero no, son decisiones. Entrar a su apartamento, tomar, vino, cenar, tener sexo. Todo lo hiciste conscientemente. Y lo más importante es que no tienes excusas, ni justificación. Viste la oportunidad bajo la sombra de tu viaje y la distancia y la tomaste.

No sé qué pasó ni que dejo de pasar en la oficina. Mis ojos y los de Aída no paraban de mirarse, no parábamos de sonreír, no paraba de sentir esa resaca que en cada golpear de mi cabeza sonaba la palabra “infiel”. Entonces el llamado de atención de Albino nos despertó a los tres del letargo… pués Hernán también estaba ído.


-¡HEY! Ustedes dos (Romeo y Hernán) ¿Como que no trajeron ropa suficiente para cambiarse? ¡Vinieron con la misma ropa de ayer!

-Es que estábamos de fiesta y amanecimos en el lugar- se excusa Hernán.

-De fiesta ¡JAH! Conozco los FESCUPE. Y tú mucho cuidado carajito, eres casado y tu mujer tiene cara que tira coñ”!#$s. Aída… tú también andas como espelucada… llévate a este par de compras a ver si se despiertan. Necesito estar a solas en la oficina con los clientes que ya están llegando ¡No preguntes!

Romeo, Hernán y Aída caminan por la 57th Madison Avenue admirando las tiendas y sacando cuentas de lo que podrán comprar.

-Chamo, estas tiendas son un poco caras.

-Tranquilo Hernán. Vinimos solo a pasear. Para comprar iremos cerca del barrio chino que hay cosas buenas a mejor precio.

-¿Estás viendo Hernán? Además disfruta de ver como la nomenclatura se gasta nuestro dinero y las mujeres de los militares disfrutan su 45% ¡Mira para allá la Guacamaya con su séquito de escoltas saliendo de la tienda Gucci!

Al pasar frente a Louis Vuitton, se puede ver adentro a Carroñito (el Contralor) midiéndose unos zapatos.

El paseo transcurre entre el tumulto de personas con grandes bolsas y cajas, y los Santa Claus recorriedo la ciudad.


Romeo se sobresalta y se voltea rápidamente hacia la vidriera de una de las tiendas. Con señas le pide a Hernán que haga lo mismo. Es una de las princesas Panelitas, la “Reina del Arroz con Pollo” que acaba de salir de la tienda GAP. Si ella reconoce a Romeo, se puede complicar todo.

Romeo le pide a Aída que lo lleve a comprar un juguete para su bebé. Aída lleva a Romeo y a Hernán hasta la juguetería FAO SCHWARZ. Romeo y Aída entran, pero Hernán se queda afuera.


Un extraño sentimiento embarga a Hernán, como un llamado que no logra dilucidar de donde proviene ni que quiere. Hernán voltea su rostro hacia la acera del frente. Allí justamente al frente de la juguetería está la tienda de una reconocida diseñadora de vestidos de novia. Hernán cruza la calle poseído de ese llamado que va enfriando su corazón, como el que espera recibir una noticia fatídica. Cuando Hernán se acerca a la vidriera observa que al fondo, no muy lejos, está una mujer probándose un vestido de novia.


La mujer presiente que es observada, pero no por cualquiera. Aún así no puede ocultar la emoción de estar ataviada con el lujoso y suave vestido. La mujer voltea hacia la vidriera.
Las miradas de Hernán y la mujer se cruzaron. Hernán no puede creer lo que ve. Primero un gran asombro, incredulidad y luego rabia. Gesto de negación de un Hernán engañado y desilucionado. Gesto de negación de una Céfora que pide perdón. Hernán se aleja a toda velocidad de la vidriera y se pierde entre los miles de transeúntes.


Céfora sostiene la cola y el faldón del vestido y corre hacia la puerta de la tienda tratando de ver hacia donde se fue Hernán. Una de las vendedoras, la dama de honor y la madre de Céfora, la detienen sorprendidas y abochornadas por semejante sobresalto.

Hernán saca su iphone y contacta a Amazon:

Amazon!



-¡Hola @Blackman! ¿Qué tal Nueva York?

-¡Chevere! Amazon dime ¿Qué hace Céfora en Nueva York?

-Es una pregunta extraña pero si. Revista Hola On Line, sábado 15 de noviembre de 2014, “Familia Márquez del Toboso ultima los preparativos para el matrimonio de Céfora, su hija mayor, que se realizará en República Dominicana a principios de diciembre. La familia pasará una semana en Nueva York para que una importante diseñadora de vestidos de novia....”.

Hernán aprieta el puño izquierdo con frustración y tristeza -¡Suficiente Amazon! ¿Con quién se casará?

-Céfora se casará con Johndeer Sandoval, hijo del General Arturo Sandoval.



-¿Es hijo del ”Pollo Sandoval”?

-Sí. De hecho es CEO de la compañía DeerWiki Power Generation, que estafó a Venezuela cerca de nueve mil millones de dólares en plantas eléctricas, que nunca se construyeron. Se dice que esta compañía es la tapadera de una enorme lavadora de dólares proveniente de las drogas que trafican los "Narcosoles". Johndeer es un sujeto violento e inestable y gusta de tomarse selfies exhibiendo armas y alcohol.


Johndeer llega al apartamento de Céfora recibido por el ama de llaves, Juanita, una dulce señora de nacionalidad hondureña. La señora luce sorprendida e intimidada por la presencia del novio de la ”Señorita de la Casa”.

El "Señorito" va directo al bar y se sirve un trago de whisky y se echa en el sofá y dormita, la fiesta de la noche anterior estuvo muy intensa. Un murmullo y risas incomodan su descanso. Son dos limpia vidrios que limpian en la parte exterior del lujoso apartamento.

Johndeer se pone de pie y va hasta donde los limpia vidrios y los increpa:

-¡¿QUE PASA CON USTEDES?! ¡¿WHATS GOING ON?! ¡GO TO WORK ASSHOLES! ¡PEND”#$%S!

Los dos limpia vidrios se intimidan y van a sus poleas para limpiar en el piso de abajo. Con la vista Johndeer sigue la plataforma y a los dos tipos que interrumpieron su sueño, pero unas manchas empañan su mirada autoritaria y odiosa: Son dos palmas de manos con dedos largos y finos en posición opuesta una de la otra. En el medio de las dos palmas está la una mancha de sudor que dibuja la figura de una mejilla y la nariz. Pocos centímetros encima de estas manchas, hay otro par de manos, más o menos del mismo largo pero los dedos más gruesos. Johndeer entendió el motivo de la risa de los obreros.





Romeo y Aída se toman unas fotos en el Charging Bull el “Toro de Wall Street”. Ha caído la noche. La pareja se instala en un banco cercano y revisan los regalos que compraron para Jaqueline:


-Gracias Aida, ese oso bailarín le va a encantar.

-Tu regalo también es lindo.

-¡Si! Valiente es la primera película animada que Jaqueline vió en la casa, con apenas un mes. Y lo hizo con una atención. Ella estiraba las manos y ponía los labios en “o” cuando Mérida estaba en el primer plano de la imagen.

-Romeo gracias por las flores. Aída abraza con fuerza el pequeño ramo de rosas rojas.


De pronto el celular de Romeo suena.

-Es primera vez que oigo tu celular ¿será una emergencia?

Romeo toma el celular y ve el remitente de la llamada. El ambiente se vuelve tenso. Romeo atiende la llamada bajo la mirada asustada de Aída.

-Hola @NIMITZCVN76. Creo que @Blackman está en peligro.

-¿Y eso?

-Me preguntó por el prometido de Céfora Márquez. Parecía ansioso.

-¿Ah siii?- Responde Romeo tratando de no sentirse sorprendido.

-Intervine las comunicaciones de Johndeer Sandoval y las expresiones del sujeto no son amistosas. Intuyo que @Blackman “le sopla el bistek” a ese tipo y este se va a vengar.

-¿Dónde voy?

-Vé rápido al “buzón“ que está a las afueras del Grand Central terminal y luego yo te indicaré la ubicación de @Blackman.


Romeo cuelga y mira Aída –Tengo un problema con Hernán. Voy a buscarlo.

-¡Te acompaño!

-No quédate con las cosas que compramos yo voy solo. No voy a demorar.

-¿Llamo a la policía?

-Tranquila no es necesario. Nos vemos mañana en el hotel como siempre.


Romeo sale corriendo al metro dejando a Aída contrariada.

Son las ocho de la noche Hernán entra como todas estas noches al apartamento de Céfora en Central Park West, pero no en busca de sexo sino de una explicación que pueda justificar todas las dudas que lo agobian, en especial los reproches de su amigo Romeo.



Como todas las noches Céfora está de espaldas a Hernán, mirando perdida por el ventanal. Pero esta vez ella no está ansiosa. Se escuchan unos sollozos.

-¡Céfora! Necesito que me digas ahora mismo… ¿Qué sucede?

Céfora se voltea. Las luces de la calle iluminan su rostro, con un ojo moreteado y la boca partida.

-¡NO! ¿quién te hizo esto?

-¡YO Mama#”$%&/bo!- grita Johndeer desde el nivel superior del apartamento.


Céfora grita señalando detrás de Hernán y de la oscuridad salen tres matones, dos de ellos sujetan a Hernán y el otro, armado con una pistola de electroshock de alta potencia, anula a Hernán clavándole los electrodos por un costado durante diez segundos.


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