jueves, 4 de febrero de 2016

3.37 EL JEQUE SIN FONDO 2.0




De nada sirve que los Estados Unidos congele las cuentas de la corrupción Roja Rojita, mientras aquí haga falta ese dinero para medicinas.

@NIMITZCVN76




De nada sirve que los Estados Unidos congele las cuentas de la corrupción Roja Rojita, mientras aquí haga falta ese dinero para medicinas.

En las pantallas de los televisores de la Florida comienza a verse la premier en vivo de un peculiar reality show dirigido a emprendedores y hombres que buscan el éxito. Se trata del Rincón’s Family Show, protagonizado por Jesús Rincón y su familia, quienes en menos de cinco años, se han convertido los más ricas del Caribe, a través de su empresa de servicios petroleros y afines, ENRWIK.

En la escena un helicóptero azul va aterrizando y el puesto del pasajero se abre lentamente, mostrando al adinerado empresario.

-¡HOLA! Soy Jesús Rincón ¿Sientes que el éxito va tras de ti pero tú eres más rápido? Invierte en ENRWIK, y únete a un exclusivo grupo de….- y justo cuando Rincón se disponía a descender del aparato, media docena de agentes del FBI le caen encima:

-¡Epa! ¿Qué we%&#ná ejesta? ¡SUELTENME! ¡Conozco mis derechos! ¡Lo contaré todo! ¡Voy a cooperar!

Y en efecto lo contó todo esa misma tarde: Desde los sobornos mil millonarios a PPTSA, el testaferrato de altos personeros del PUFS, la venta sobrefacturada de alimentos triangulados con Cuba, Los Narcosoles, El Cartel Boliche, Los Ramos, la sociedad con Gaby la Princesa Panelita, las carreras de Gaspar Malchocado y la fastuosa boda con la realeza Española, que sirvió de cumbre delictiva, para cerrar alianzas con diversas organizaciones criminales de Europa y Estados Unidos para el tráfico de drogas y el lavado de dinero. Todo fue revelado por Jesús Rincón.

La Juez Alice Gordon del condado de Errie en Indiana. no dudó en ordenar la confiscación de todos sus bienes, al tiempo que el FBI y la DEA hacían una redada en todas las empresas de Rincón y sus socios Johndeer Sandoval, hijo del Pollo Sandoval y NewmarDaniels, el último testaferro fiel al Capitán Hallaca. Estos últimos prófugos de la justicia norteamericana, aunque prefirieron esconderse en los bosques montañosos o en alguna cueva del gran cañón, antes que volver a Venezuela.



A pesar que todo el movimiento contra Jesús Rincón y su imperio, comenzó hace tres días, Gaby la Princesa Panelita, la Mayor, no está enterada de nada. Ella está de shopping en Zúrich, Suiza. La Panelita Mayor está como embajadora de Venezuela ante la ONU, aunque realmente el trabajo lo hacen Pluma Blanca Ramírez y Eduardo Cuyén, su amante y asistente, en  Nueva York.

Gaby está la mayor parte del tiempo recorriendo las tiendas de los afamados diseñadores de la moda. Esta vez, está en busca de una nueva cartera que combine con su sexto par de zapatos comprado en menos de una semana.


Cuando la Princesa va a pagar su nueva cartera Gucci, con su tarjeta de Crédito Master Card Negra del Schweizer Bankräuber, con cupo CAVIVI ilimitado, la tarjeta no pasa.

-Señorita, la tarjeta no pasa.

-¿Cómo? Vuélvala a pasar que en esa tarjeta hay real.

La empleada intenta de nuevo.

-No pasa.

-Trate otra vez que allí hay real ¡Y BASTANTE!

-No se Señora es la cuarta vez y no pasa.

Afortunadamente la tienda no está tan concurrida como un supermercado caraqueño, un mediodía de miércoles, cuando toca el terminal de cédula 4 y 5 y están vendiendo leche en polvo, así que no hay una cola de clientes y las empleadas se pueden tomar la molestia de pasar la tarjeta una y otra vez.



Gaby molesta, le entrega a las mujeres otras cuatro tarjetas. Y ninguna pasa. La Princesa se está preocupando.

-¿Cuánto es en efectivo? Por favor.

-Ocho mil Francos señorita.

Sin mucho esfuerzo, la princesa saca los ocho billetes de mil Francos y paga el producto. Al salir, la princesa no duda en llamar a su asesor financiero asignado por el Schweizer Bankräuber:

-¡Héctor!

-Héctor Fabro, para servirle, ¿Cómo está señorita?

-Mira ¿Cómo es eso que mis tarjetas no pasan?

-Déjeme revisar.- Héctor coloca la tradicional música de espera en línea.

Luego de un par de minutos el operador del banco le responde:

-Señorita Panelita. Ya indagué lo que anda mal son sus tarjetas. Sucede que por solicitud del FBI; se le ha ordenado a este y otros tres bancos internacionales, congelar sus cuentas y coordinar su captura a la brevedad posible.


-¡¿Qué?!- La Princesa se queda petrificada en silencio en medio de la calle con el celular al oído. Un zumbido fuerte la ensordece, mientras Fabro del otro lado de la línea le dice “Señoria ¿está allí?” una y otra vez. Panelita reacciona, sacude su cabeza y mira de un lado al otro de la calle. Una patrulla de la policía la pone a ver estrellitas y discretamente se mezcla entre la gente, baja la cabeza y camina rápidamente en dirección contraria.

- No me pueden detener ¡Tengo pasaporte diplomático!

-No le va a ser muy útil señorita.

-¿Cómo hago para recuperar el “cofre”?

-Venga rápido y le dejaremos sacar su cofre.


Moviéndose rápido y ocultándose entre la gente y el paraguas, pues comienza a llover, la Princesa logra llegar al estacionamiento donde recoge su Bentley New Continental, color blanco y se dirige a la sucursal del Schweizer Bankräuber que queda entre Uraniastrasse y Sankt Annagasse.

En el camino, la Princesa Panelita, recibe una llamada. Es Gaspar Malchocado. Panelita deja que se pierda la llamada, porque está más preocupada por ser capturada por la policía, pero la insistencia de Gaspar hace que ella conteste:



-¡Aló!

-Hola mi amor….

-¡Chamo ahorita no estoy para tu jaladera de b&&%$#! Dime ¿Qué pasa?

-Me botaron de la Escudería.

-¡NOOOooo!

-Sabes que esto aquí cambio de dueños y PPTSA no pagaba y cuando por fin me dieron la plata, los nuevos dueños me dijeron: “llévate tus reales, no los necesitamos, no queremos dinero sucio. Además ya tenemos un nuevo corredor que nos va a cuidar los carros”. Porque yo y que choco demasiado ¿Tú has visto?

-¡Maldi())/&%$ Escluacas! No aprecian tu talento.

- Chama, como no me querían pagar prestaciones me lleve uno de los carros y pensaba irme a visitarte allá a Suiza, pero en una curva tuve un problemita ¿Será que me puedes prestar plata? Porque las tarjetas no me pasan.

-¡A ti tampoco!

-No chama ¿Será que descubrieron lo de ENRWIK….

-¡Aquí nadie ha descubierto nada así que escóndete y no me llames más!- la Princesa corta la llamada y protesta diciendo repetidas veces “Put##$%&/ Ramos, desde que los atraparon, todo se volvió una mier&%&#”$”.


La princesa estaciona su auto a dos cuadras del banco.

Cubierta con su abrigo de mink blanco, con gorro, y unos enormes lentes negros, la mujer morena llega a la oficina bancaria y al abrir la puerta, tropieza con un hombre, cuyo rostro no veía desde hace dos años.

-¡Oh! ¡Disculpe señorita!

-¡Hola! ¡Que de tiempo!

-Ah ¡sí! ¿Cómo van las cosas en su restaurante? ¿Thai Thai no?

Toda angustiada mira a los lados –Muy bien pero ahora estoy apurada ¿Te volveré a ver?

¡Claro toma mi tarjeta!- El hombre saca una tarjeta de la Reaseguradora Swiss Farland, a nombre de Ismael Alcázar. Héctor Fabro, interrumpe la conversación:

-Señorita Gabriela Panelo, veo que conoce a nuestro cliente Alcázar. Disculpe la falta de delicadeza, pero el tiempo apremia.


Gaby se despide de ese hombre que le ha hecho acelerar el corazón, pero debe ír de inmediato con Fabro, que la lleva a la bóveda donde se encuentran los casilleros de seguridad. 




La Princesa Panelita toma su cofre con cierre biométrico, con el número 256, y entra a uno de los cuartos privados donde podrá abrir su contenido. La Princesa abre la caja colocando su dedo índice en el lector biométrico. En su interior hay varias pacas de billetes de 100 dólares y 500 Euros, cinco pasaportes y varias tarjetas de bancos de diversos países. 


La Princesa vacía el contenido en su nueva cartera GUCCI y luego retira el fondo del cofre en el que está oculta una pequeña pistola Glock 26, 9mm con una caja de veinte balas. Esta mete el arma y las balas en una bolsa de papel de Starbucks y también la mete en su cartera.

Fabro le advierte a la Princesa que los agentes del DFJP (Departamento Federal de Justicia y Policía) están en la antesala pidiendo ver los casilleros de seguridad de varios “boliburgueses” entre los que se encuentra el de ella. Cortésmente el empleado le pide a Gaby que se vaya, por la puerta de servicio que da al callejón donde se coloca la basura y se reciben los camiones blindados. Oculta con el paraguas, a tientas, mezclada entre los pocos transeúntes y “hecha la loca”, la princesa camina hacia su auto, pero se encuentra con la gran sorpresa. Tres policías suizos y dos mujeres obesas, vestidas de sobretodo impermeable, negro, rodean el Bentley y una grúa de plataforma se acerca para retirarlo. 

La Princesa Panelita está por entrar en pánico, se da media vuelta y de pronto es tomada por el brazo. Gaby va a gritar, pero ve el rostro de Ismael que le dice; “ven conmigo o te llevarán”. La pareja camina tres cuadras, lejos del banco, hasta una camioneta Mercedes Clase G que está estacionada frente a un automercado

-¿Dónde quieres ir?

-Llévame a este lugar, lejos de la policía por favor- la princesa le enseña a Ismael un papel y escribe en el GPS y arrancan hacia ese lugar siguiendo las instrucciones del dispositivo.


Es de noche en una especie de pista aérea a las afueras de Herten, cerca de Basilea. Un avión Falcon 2000 aterriza, estacionándose cerca de la camioneta de Ismael. Antes que Gaby Panelita se baje de la camioneta para ir al avión, Ismael le pregunta:



-¿Dónde Irás?

-No sé. Tengo ganas de Ir a Moscú o a Beijing

-¿Por qué no te vienes conmigo a Qatar?

-¿Qatar?

-Por el camino te cuento. Allá podrás estar tranquila mientras todo por acá se calma.

-OK, ven conmigo.

El Avión abre la puerta y desciende un hombre regordete calvo de bigotes. Es el ministro Néstor Meléndez, presidente del Banco Central de Venezuela.


-¡Que frío está haciendo aquí en Zurich! ¡Hey pero esto no es Flughafen! ¡Mira chico! ¿Pa Dónde me trajiste?- le reclama el Minsitro al piloto.

-Estás en Herten. Yo desvié el vuelo

-¡Señorita Panelita! ¿Cómo me le va?

-¡Jod/(&%#da! ¡Me están buscando en toda Europa! y congelaron mis cuentas ¡Me voy pal co%&$#! ¿Tú qué haces aquí?

-Ah bueeeeno vine a negociar los cuatro lingotes de oro que nos quedan en el Banco Central, tu sabes, para repartirlo entre el comité directivo del partido, porque la va(&%$ en Venezuela está jo%&$#/da también y chama ¿Tú sabes a cuanto venden los bachaqueros un paquete de harina Pan?

¡Así no se puede vivir! En cualquier momento va haber que salir corriendo de Venezuela y tú sabes, hay que tener un sencillito guardado. Además con Harold Pérez en la Asamblea Nacional, nuestros días están contados.

En eso desciende del avión también una joven con un lujoso maletín plateado.

-¿Trajiste a tu Nieta?

Ante esa pregunta de Gaby, la chica la mira con cara de desprecio y se adelanta a Meléndez para responder

-¡No soy su nieta! ¡Soy su mujer! ¡Soy Yubrazka Yubisay! ¡Su hembra! Y él es mi marido- la niña se recuesta de Meléndez en una pose seductora y mirando a la Princesa Panelita con cara de quien observa una potencial amenaza contra su “bello romance”.

-Oh, ¡muchachita el carrizo jijijiji ji jiiii! Es una muchachiita que la traje para hacerle una caridad, tú sabes ¡una operación de corazón abierto!- trata Meléndez de arreglar el bochornoso espectáculo.

-Mi marido me va a “hacer las tet””#$s”. Me las va a hacer grandes y bellas para que tenga donde agarrar cuando hagamos el amor.

Ismael y la Princesa ven todo aquello con cierto asco y horror. La Princesa Panelita vuelve a preguntar:

-¿Qué edad tienes?

-Tengo 14. Pero tengo más experiencia que tú y diez como tú- Meléndez sólo rie nerviosamente y mira a todas partes.

-¿Sabes que Néstor? Ya entendí por que cuando nos visitabas a casa de papá allá en Sabaneta, él nos decía “¡Viene Meléndez! ¡Váyanse para casa de su abuela ya! ¡No quiero que el enfermo este me las esté viendo!”

-Pero bueno Panelita la cosa tampoco es así, vamos a hablar…

La Princesa Panelita levanta la mano en señal de “no me interesan tus explicaciones” cuando observa el maletín en manos de la mocosa. -¿Qué hay dentro del Maletín?

-Nada, unos interiores…


La Princesa estira la mano izquierda para quitarle el maletín a la menor y esta responde con un arañazo. La Princesa le da un manotazo a la niña con la mano derecha, pero a la vez agarra con fuerza el cabello de la chica de raíz y la estrella contra el fuselaje del avión. Con el puño izquierdo le da dos trompadas certeras en el rostro y luego la arroja al suelo. Toda la escena es violenta y rápida, como las peleas entre bachaqueras en la cola del pollo. La chica queda en el piso llorando como un bebé. Gaby le quita el maletín y saca la pequeña pistola de su cartera. Apuntando a Meléndez le pide la combinación del maletín.

-¡Cero sesenta y nueve chica, no$%#”da! ¡No me apuntes!

Al abrir el maletín, la Princesa Panelita descubre que hay varios millones de Euros en billetes de 500 –Son mis ahorritos chica- responde Meléndez. La princesa saca un par de pacas de billetes y se los tira en la cara a Meléndez. Cierra la maleta y se sube al avión. Ismael más atrás le entrega las llaves de la camioneta a Meléndez y sube al avión también.

-¡Vámonos de inmediato a Qatar! Ordena la Princesa Panelita al Piloto Frank Nunez, que después ver todo el show por la ventanilla del avión, sacude su cabeza y le ordena al copiloto “El Ragnar” Briceño programar el nuevo curso.



El avión despega y casi después de media hora de silencio entre Ismael y Gabriela, esta se queda profundamente dormida durante todo el viaje de seis horas.


El sol sale por el horizonte del desierto de la península arábiga y va iluminando los vidrios azules de los rascacielos a medio terminar de Doha. Debajo del pequeño Falcon de bandera venezolana, está el imponente Aeropuerto Hamad. La Princesa despierta tan pronto se escucha las ruedas de la pequeña aeronave tocar tierra.




Un Bentley plateado espera a los pasajeros del pequeño avión. El chofer es un hombre de moreno y atlético que recibe a Ismael con una reverencia y abre la puerta del vehículo. En español Ismael le da instrucciones a su chofer:

-Dharmendra, llevaremos a la señorita al Swiss Belhotel. Panelita, haré los arreglos para comprar algo de ropa o…

-No no importa creo que puedo resolver esos problemas. He estado en Doha antes.

-Aún así necesitarás un vehículo. Dharmendra estará a tu orden para que te lleve donde quieras y puedas normalizar tus cosas.


-Ismael, gracias por ser tan… gentil y rescatarme de esos malvados imperialistas que quieren perjudicarme a punta de mentiras e intrigas.

-No te preocupes. Descansa.

-Amo, me tomé la molestia de tomar este hijab de su madre para que la señorita…

-¡Oh! Si. En Qatar puedes andar con el cabello suelto, pero hay lugares donde, lo mejor es usarlo. Tómalo como un presente.- El sirviente le pasa a la Princesa una lujosa caja dorada y en su interior una pañoleta de seda color negro con estrellas octogonales en dorado y blanco.


En el hotel La Princesa se registra a nombre de Lorena Volcán, con un pasaporte brasilero. Es la segunda vez que usa ese pasaporte, pues en el aeropuerto todo salió sin mayores dificultades ni preguntas. Ismael al parecer, es un hombre conocido o influyente en ese reino. Las tarjetas de crédito de Lorena tampoco dieron problemas, como suelen hacerlo las del Banco Venezolano con cupo CAVIVI. Para no llamar la atención, la Princesa evitará pedir una suite nivel Presidencial y optará por una espaciosa y cómoda, más no la más costosa.

A pesar del gran problemón que significa que casi cuatro mil millones de dólares que heredó de su padre, El Comandante Panelo, estén confiscados por los gobiernos de Estados Unidos y Europa, la princesa no deja de pensar en su caballero salvador. Además los dos mil millones que tiene guardados en varios bancos alrededor del mundo, mitigan su angustia, aunque sólo pensar en haber perdido la herencia le da un poco de arr… rabia.



La Princesa decide tomar un baño refrescante en el jacuzzi y encarga los servicios de una masajista tailandesa para que la ayude a liberar el estrés de los músculos.



El teléfono de la habitación suena. Es Dharmendra el chofer de Ismael, quién le ha ordenado ir con la señorita de compras. La Princesa Panelita baja vestida con un vestido casual, color azul, que compró en la tienda del hotel, sus lentes negros y el hijab que le regaló Ismael. Dharmendra espera a la mujer en la redoma de entrada al hotel en una camioneta Lexus color negro. Mayor sorpresa de la Princesa cuando cuando el chofer abre la puerta trasera y ve a Ismael vestido de thawb (túnica) y keffiyeh blanco. La chica quiere estallar de la risa, tanto que se le aguan los ojos.



-Si te vas a reír hazlo dentro de auto. Le dice con voz pausada Ismael.

-¿Te vestiste así para la ocasión o… ajajajajajajaja… disculpa pero no puedo evitarlo…

-Te dije que aquí te explicaría todo. Vamos al City Center, Dharmendra para que la señorita pueda comprar más ropa y sus cosas de uso personal.



Fue un gran día de shopping. La Princesa Panelita pudo armar un guardarropa medianamente decente para una fugitiva con estilo, con vestidos para todas las ocasiones, incluyendo finas lencerías para la ropa interior, zapatos y accesorios. Por más que Ismael se ofreció a pagar, la Princesa “Lorena”, la orgullosa, pagaba todo. Las tarjetas funcionaban sin problemas.

La Princesa tuvo hambre y deseaba invitar a comer a su caballero de las mil y una noches. Sin embargo este más bien la invitó a comer en su casa.

-La esposa de Dharmendra es una excelente cocinera y a decir verdad, no soy muy dado a departir con las personas de aquí, aunque es mi tierra natal. Después te explico.



A quince minutos del City Center Mall, está la urbanización Costa Malaz, donde Ismael tiene un palacete rodeado por un rio artificial. En la entrada, la esposa de Dharmendra, Vijaya, los recibe y anuncia que la elegante cena íntima está servida. La Princesa se siente honrada con las atenciones de los sirvientes de Ismael.



-La cena está exquisita. El cordero, el arroz con almendras, estas cositas de aquí…

-Repollo relleno.

-¡Ay si todo tan rico!


-Brindemos- Dharmendra sirve el vino tinto libanés. Ismael asiente,  este y su esposa se retiran. –En adelante seré tu sirviente.

La Princesa Panelita sonríe. Ismael alza su copa –Brindemos por una larga vida llena de salud y prosperidad. Las copas chocan y comienzan a beber.

-Todo es tan hermoso Ismael. Nunca pensé, desde que te vi por primera vez con esa mujer morena en mi restaurante que tu, tenias esta vida. Siempre me hice de tí tantas preguntas y me imaginé que te habías casado con esa chica y…




-Esa relación fue una pasión del momento.

-Cuanto lo lamento- dice la princesa con una sonrisa de oreja a oreja. –Tienes cosas que ocultar Ismael, no me has explicado lo que tanto me has ofrecido explicar.

Ismael se prepara para servir otra copa -¿Quieres un postre?

-No gracias. Me gusta más el vino. Hablas muy bien español, nunca pude creer siquiera que eras suizo o algo…

-Soy bueno con los idiomas y trabajé mucho tiempo en Venezuela, España y en México.

El rostro de Ismael pasa de la alegría del encuentro a la tristeza, y comienza a revelarle la verdad a su invitada:

-Soy Ismael bin Hamad Al Thani, el doceavo hijo Jeque Tamim, de hecho, el último en la línea de sucesión. Por tener doce hermanos mayores, no tengo aspiraciones de ser Rey, además de ser hijo de la segunda Jequesa consorte, Aisha. Aún así mis hermanos, son muy… digamos competitivos, en especial Tamim, el actual Emir. Así que para no ser motivo de molestia, decidí irme lejos, alejarme de la política de mi país y hacer mi vida como un simple tecnócrata en la empresa de seguros de mi tío. Trabajar para compañías petroleras, con otro nombre, para que nadie me señale. Sé lo que es ser un extranjero, visto con sospechas y discriminado. Por eso trato con respeto a mis sirvientes. Eso dio que hablar entre las personas. Cosas buenas se decían de mí. Pero no fue del agrado de mis hermanos. 

-¿No tienes aspiraciones de ser rey por ser el doceavo hijo? ¡Pero, yo puedo ayudarte con eso! Papá me enseño mucho sobre como ascender en el poder, con el mundo en contra. Todo es cuestión de conocer y usar a las personas correctas, saber a quién comprar y llegarle al precio, venderle sueños al pueblo y hacer algo que los impacte de manera definitiva.

-Ismael sonríe y toma un trago. Háblame de ti ¿Por qué huyes?



-La envidia y el odio de los enemigos de mi padre. Además, no soportan que sea una mujer exitosa.

-¿Exitosa? ¿Qué hacías antes de ser embajadora ante la ONU?


-Mi padre, el gigante eterno, me llamaba la Reina del Arroz con pollo y monté una compañía cuyo objetivo era llevarle arroz con pollo a todo el pueblo venezolano. Así que compraba arroz en Argentina a $200 con dólares a Bs 6.30 y lo revendía triangulándolo con Cuba a $800 que luego cambiaba a precio de Dólar Tudey. Y el pollo… era tanto pollo que a veces se podría. Pero luego murió papa… y compré el Thai Thai y una franquicia de Le Blanchisseur. 

-Es maravilloso lo que cuentas de tu éxito como empresaria. Pero triste lo de tu padre. Yo no tengo mucho que contar del mío. Cuando eres el hijo número 12, no hay mucho tiempo para ti porque los primeros se llevan toda la atención- El joven Jeque se entristece y la princesa, ya afectada por el efecto del vino, se acerca a él rápido pero tambaleante.


-¡Oh mi rey! No te pongas así- le dice la Princesa Panelita a Ismael, que al tener sus labios tan cerca, no puede resistir la tentación y le da un beso. Pero luego de eso se asusta y se arrepiente:

-¡Disculpa! No debió pasar.

-¡No seas ridículo! Ven acá, vamos a hablar de ese beso.


Ismael se quita el keffiyeh y tomando a la Princesa del cabello, su lengua penetra entre los labios de la mujer morena, en profundo beso. Los dos personajes, escondidos en las penumbras y en silencio van a la habitación principal donde se encierran bajo llave, para poner al descubierto sus cuerpos desnudos y unirse en un fuerte abrazo lleno gemidos, y apretujones de pechos y glúteos.


En la habitación de los sirvientes, Dharmendra y Vijaya en la cama ven en la pequeña televisión a color, una telenovela India. Pero el rechinar de algún mueble, tal vez la cama de su amo y algunos golpes alternados como palmadas perturban el momento. Así que el sirviente, mira a su esposa fijamente, toma el control y le sube volumen.

Los rayos del sol despiertan a la Princesa Gabriela la Panelita Mayor que se encuentra desnuda sobre la cama. La mujer se envuelve en la sábana, cubriéndose el pecho. Nota que su cartera está en una mesita frente a la cama y en medio de dos puertas.



Se levanta, toma la cartera y saca su celular. Enciende el aparato, tiene poca carga. Comienzan a llegar los mensajes tanto de su buzón de voz como de texto por whatsapp.


La princesa decide leer los mensajes de whatsapp primero. Uno de ellos es un mensaje de Nicolino, el hijo de Nicodemo. Escribe desde Shanghái un largo texto tipo “chorizo”, advirtiendo sobre unas mujeres estafadoras que trataron de seducirlo. Pero el texto es muy largo y la princesa se fastidia y deja de leerlo.

Gaby la Princesa Panelita, pasa a escuchar uno de los mensajes de voz.


“Hola, es Marina Isabel. Queria avisarte que tu hermanita La Morrocoya va para Suiza a encontrarse contigo para que la pongas a estudiar por allá. Porque esto aquí está muy jod%%$#” y la niña no me va a hacer cola los miércoles para comprar toallas sanitarias y me la vayan a malograr en una cola de esas”

La Princesa niega con desagrado y pasa a escuchar el otro mensaje.

“¡Chica soy yo otra vez! ¿Cómo es eso que te bloquearon todas las cuentas donde tenías la herencia que te dejó Panelo y que el FBI, la DEA, la CIA y la Interpol te andan buscando para meterte presa? ¡Mira que tu hermanita va para allá chica!”

“Vieja fastidiosa”… protesta la Princesa y pasa a escuchar el siguiente mensaje.

“Chica no puede ser. Tu hermana llegó a tu casa allá en Ginebra y no estás…”

Coñ&/%$# de bol%&%$# estúpida ¿No me está buscando la policía?- Protesta la Princesa que arroja el teléfono de nuevo dentro de la cartera. La Princesa se pone de pie y va al baño. Es la puerta de a la izquierda de la mesita donde estaba la cartera. Lo supo porque la tiró a pegar. Al salir, siente cierta curiosidad de saber que hay detrás de la otra puerta, quizás el vestier del Jeque. Justo cuando la mujer posa su mano sobre el pomo de la puerta:

-Buenos días Gaby ¿Cómo amaneces?- la sorprende el Jeque con una mesa con el desayuno.


-¡Ay que susto! Bien… yo de entrepita, quería conocer tu vestier. Al jeque le cambia un poco el rostro cuando la princesa le señala esa puerta y la invita a comer primero. El desayuno termina con un baño de sirope de maple sobre el pecho y el vientre de la Princesa, que el Jeque se ocupa de limpiar con su lengua. 

Risas y gemidos calientan el clima en la habitación hasta que la curiosidad de la vuelve a inquietar al anfitrión:

-Dime ¿Qué hay detrás de esa puerta?

-Nada. Sólo un entretenimiento que descubrí en mi vida por Europa. No creo que sea algo que podamos compartir.

-¡No seas tonto dime! Ya se… déjame adivinar. Es un cuarto de sado-maso como en las 50 Sombras de Grey.

-¿Eres una bruja Gitana o algo? Que adivinas el pensamiento o ¿ves a través de las paredes?

-AAAAaaaaayyyyy estúpido… ¡eres enfermo y loco! ¡Quiero ver!



El Jeque abre una de las gavetas de la mesa que está a la derecha de la cama y saca una vieja llave y abre la puerta del cuarto. La Princesa Panelita se queda sorprendida de ver la habitación, decorada y llena de artilugios para la práctica del sado-maso.


-Es sólo un juego. Lo aprendí de una pareja que tuve hace muchos años. Era holandesa y le gustaban estas cosas. Yo era muchos más joven. Ella tenía una rutina que me encantaba.


-¿Cuál?

-Ella se disfrazaba de colegiala y yo era el profesor y la castigaba.

-¡Vamos a hacerlo!

-¡No! es tonto…

La Princesa Panelita corre hacia un pequeño closet de madera roja en una de las esquinas del cuarto y descubre toda clase de disfraces y trajes hechos en cuerete, mallas y lycra. Había disfraces de enfermera, policía, gatúbela, la mujer maravilla, sensuales bodies y ligueros venecianos y del lejano oeste, sensuales vestidos hindúes, árabes hasta atuendos prohibidos en ese país islámico, como sacerdote católico o monja -¡Que loco! ¡Aquí está!- el vestido de colegiala inglesa hecho con una blusa blanca semitransparente con el sello que emula el escudo de un colegio Inglés y la minifalda plisada de cuadros rojos y verdes, parecidos a un mantel de cocina.

El Jeque está que se le cae la cara de vergüenza. Pero la princesa está emocionada con la idea de tener un juego sexual de roles. En el fondo ella lo que desea es seguir descubriendo secretos de ese misterioso caballero salvador y millonario, cuyas posibilidades de ser Emir se harán realidad una vez que ella tome las riendas de la situación.

La princesa entra al baño y se lava los restos del pegostoso sirope y luego se viste como colegiala con trencitas y todo. El Jeque observa todo aquello con la cara roja como un tomate.

-¿No te vas a vestir de profesor? ¡Vamos ponte uno de esos trajes que se te ven tan bien!- Ismael se asea un poco y se viste de traje y corbata. Unos lentes de pasta gruesa de utilería son el toque final del profesor.


-¿A ver quién eres?

-¿Soy el profesor Riu Ruá? Y quiero saber si te aprendiste la lección.

-No profesor, no estudie en toda la noche, porque me conseguí un príncipe árabe que me hizo vivir las mil y una noches.

-¿Ah sí? Entonces te sale castigo.

El profesor metido en su personaje, toma fuertemente a la alumna del brazo y esta se deja llevar muerta de la risa. El profesor lleva a la colegiala hasta el copete de la cama donde la ata con correas y cadenas especialmente diseñadas para sujetar sin dejar marcas ni lastimar a la dominada.


En la pared izquierda hay toda clase de cinturones y látigos para golpear a la dominada, pero el Profesor “Rui Ruá” los ignora y toma de encima del perchero una regla de madera de un metro de largo, con números y marcas milimétricas talladas en bajo relieve y pintadas en negro, a la vieja usanza.

-Disculpa que te haga esta pregunta pero ¿no tienes prótesis en tus nal/(&%$ o si?

-No señor. Del pecho para abajo soy naturalita y hago bastante spining.


-Ok- El Jeque se cuadra con la regla, como si va a batear una chapa de refresco. El bateador abanica y el grito se escucha por toda la urbanización. Un constructor Coreano, que vive a tres casas del palacete del Jeque Ismael, se asoma por la ventana y sólo ve la calle desolada.

-¡MARIC&/%$#=! Yo pensé que se pegaban de mentiritas.- protesta la Princesa Panelita con voz chillona.

-¡No mi flor del desierto! Esto es real. Se supone que debes encontrar el placer en el dolor.

-¡Caramba suenas como mi padre! ¡Hazme el favor y me quitas esta vai()/&%$$!

-No hemos terminado, tengo que darte en la otra- Dice el Jeque mientras observa como las marcas de los números y los milímetros de la regla brotan de la piel enrojecida de la colegiala. El Jeque se prepara para sacarla de home run. Alza la regla y batea sacándola por el jardín central.


El sujeto Coreano vuelve a salir por la ventana y advierte que va a llamar a la policía.

La gran equis roja, marcada en los glúteos de la Princesa Panelita arde una barbaridad. La regla está colocada a un costado de la cama. Entre sollozos y gritos la Princesa llama una y otra vez a Ismael. Pero este no responde, ni regresa a desatar a la triste colegiala castigada.


Romeo sale del palacete junto y entran a la parte trasera de una van Mercedes Benz Negra, conducida por @Pacheco, que los saca de la isla artificial, rumbo al aeropuerto. Despojados de sus personajes de Jeque Ismael bin Hamad Al Thani y sus sirvientes, Romeo, le pregunta a @AliceCooper (Dharmendra) y a @QwamYi (Vijaya) ¿Cómo les fue con los pasaportes y las tarjetas que estaban en la cartera de la Princesa Panelita?

-Estoy terminando. Casi dos mil cien millones de dólares recuperados de cuentas alrededor del mundo, bajo identidades falsas. Todos transferidos  las cuentas de “La Hermandad”. Tatiana Shrapapov, cuatrocientos millones de dólares del Vnesheconombank de Rusia. Lorena Volcán, trescientos millones de dólares del Banco do Nordeste en Brasil. Verónica Cristopópulos, trescientos millones de dólares del Atlasmont Bank AD Podgorica en Montenegro. Ángela Lee Cheng, ochocientos millones de dólares de China Minsheng Banking Corp, LTD. Helga Von Schweinsteiger, trescientos millones de dólares del Handelsbanken de Noruega.

-¿Es como familia de Phillip Grau Von Schweinsteiger?


-Pareciera. De todas formas, lo relevante es que Javier Lennon y Lawrence Gómez te esperan en el Aeropuerto Hamad, en el avión de PPTSA que nunca partió de regreso. Sólo cambiamos a los pilotos. Tu itinerario: Viena, Berlín, Zúrich, Birmingham en Reino Unido y Filadelfia en los Estados Unidos. Trata de gastar bien hasta el último centavo en medicinas y equipo médico. Las personas en Venezuela las necesitan.

-¡Seguro! Hermano.

-@BlueShadow, @ElPadrino y @Perrofino están en Miami. Van a hacer esta misma operación con “La Hallaquita”. @LaAcidita, @AlfayOmega y @Catwoman no tuvieron éxito con con Nicolino en Shanghái.

-¿Cómo así?

-A Nicolino le gustan los hombres… negros de ojos claros y pelucones.

-¡Aaayyy verg/(&%$#”!

-Mientras buscamos un miembro del grupo que cumpla con ese perfil, yo me quedo para ver si es verdad lo de Camilo Anderson. Lo capturo y me lo llevo con @Pacheco y el @PinguinoPKR para Nueva York.


Mientras la Princesa Panelita grita desesperada, atada al copete de la cama, Meléndez también se lamenta en Zurich del desplante que le hizo Yubrazka en la habitación del hotel. La menor de edad se llevó 500 mil euros que retiró, el viejo pederasta del banco, sus joyas y el reloj.

A todas estas, cualquiera se preguntará si el Jeque Ismael bin Hamad Al Thani, existió o era un personaje de ficción. El Jeque existió y el palacete era su casa, incluyendo el “cuartico aquel”. El caso es que el joven Jeque, al verse sin posibilidades de acceder al trono, se unió a otros herederos de la península, en la misma condición, para financiar al “Estado Islámico”, a cambio de, algún día, poder usar el poder de esta fuerza para derrocar a su hermano mayor y ejecutar a todos sus hermanos intermedios.


Pero el plan del Jeque, experto en instalaciones petroleras, se vio frustrado hace un mes, cuando un bombardeo de aviones franceses, acabó con la refinería de crudo ilegal que quedaba cerca de la frontera con Turquía. Nadie pudo llevar estas malas noticias a la familia, tampoco ninguno de ellos lo extrañó, ni se enteraron de los malos pasos en los que andaba.


 ________________________________________________________________________
Esperando con fe la renuncia de Nicolasno y la restitución de la justicia en Venezuela.

Sigue nuestra historia por el hashtag

No te pierdas el próximo capítulo:

EL ESTADO MALANDRO (LA CAUSA DEL COCHINO)

rumbo al final de temporada

Tampoco te pierdas:


Sigueme por twitter